Muchas veces me preguntan cómo será la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) del futuro y que procesos tendrá.
La verdad es que, con los avances tecnológicos de los últimos años, decantarse por cuales serán los procesos del futuro es arriesgado. Máxime si tenemos en cuenta que los procesos más antiguos (Imhoff, lechos bacterianos, lagunajes, etc.) todavía tienen vigencia en nuestros días y suelen ser la mejor alternativa para EDAR de pequeñas poblaciones (< 10.000 habitantes equivalentes).
Haciendo mía la frase de un amigo que, cuando le preguntan por cuál es la mejor EDAR para determinado municipio, él siempre responde: AQUELLA QUE FUNCIONE.
Los procesos que conformarán la EDAR del futuro serán aquellos que mejor se adapten al núcleo poblacional y sus características.
De lo que si estoy seguro es de algunos aspectos de la EDAR del futuro:
- Será los más parecido a una fábrica de vehículos de la actualidad
- No tendrá operadores
- Estará totalmente automatizada
- El control del proceso estará centralizado y ubicado, físicamente, fuera de la EDAR
- El mantenimiento preventivo será el preponderante.
- El mantenimiento correctivo se reducirá a lo mínimo que, económica y medioambientalmente, sea posible.
Para que esto ocurra, al menos en España, debemos tomar una serie de medidas y, sobre todo, cambiar la estrategia en cuanto al personal adscrito al servicio.
Tradicionalmente, las EDAR construidas en España se han ejecutado sin ningún tipo de automatismo lo que obligaba a operarlas de forma manual. Esta práctica habitual ha obligado a disponer de una amplia plantilla de operadores, necesaria para controlar y manipular los procesos, las veinticuatro horas del día.
A medida que se ha podido automatizar los procesos, muchas de las actividades de los operadores empezaron a dejar de tener sentido. No obstante, entre la legislación laboral vigente, que obliga a subrogarse al personal adscrito al servicio, y la intransigencia de los gestores públicos que vienen impidiendo amortizar los puestos de trabajo, cuando parte de las plantillas se jubilan, la situación está muy lejos de ser racional.
Mas tarde o temprano, todas las EDAR deben someterse a un proceso de renovación, ampliación o mejoras que supone implementar procesos automatizados y requieren una formación más cualificada para el personal que componen las plantillas.
Los trabajos rutinarios son cada vez menos. Las necesidades de control de los procesos las realizan sensores on-line que dan información instantánea y que, en la mayoría de los casos operan y corrigen las desviaciones, mediante los software adecuado. El personal operador se debe reconvertir en personal de mantenimiento que procure que los sensores de campo estén operativos y sean fiables.
Se está dando situaciones tan paradójicas como que la reubicación de EDARes que se han quedado obsoletas en su tecnología y ubicadas en el interior de una ciudad, se vean impedidas por los problemas derivados del destino laboral de la plantilla actual.
Creo que hay que tomar decisiones importantes al respecto como son:
- Formar a los operadores actuales para que mejoren en su competencia profesional, pasando de hacer labores rutinarias (fáciles de automatizar) por otras de mayor valor añadido (mantenimiento de sensores de campo, mantenimiento preventivo)
- No tener miedo de amortizar los actuales puestos de trabajo cuando se produzcan jubilaciones.
Debemos reivindicar que el cambio tecnológico, que se está produciendo en el control de los procesos de las EDAR, llegue a impregnar a las actuales plantillas, evitando que se consolide una situación perjudicial para todos: Disponer de personal operador no cualificado a unos costes inadecuados.
