No, “Mobile Mapping” – traducido al castellano como mapeo móvil - no es una nueva moda que se haya extendido por la capital en que el teléfono móvil se une a la tendencia ‘afterwork’, ni nada parecido a una ruta de la tapa siguiendo un mapa con el celular en la mano.
Es una técnica de captura de datos que se ejecuta en movimiento colocando distintos aparatos como cámaras fotográficas 360º, escáneres 3D, etc, en la parte superior de un automóvil, una locomotora o cualquier otro vehículo.
Así, en un entorno dinámico, y combinados con un posicionamiento GPS, tecnología LIDAR, odómetros y sistemas inerciales, dados los notables avances tecnológicos en la materia, se obtienen nubes de puntos e imágenes de gran precisión en una extensión notable de terreno. Los ahorros de tiempo también se consideran una gran ventaja de este método de trabajo, pues se evita repetir con distintos dispositivos el mismo proceso y recorrido.
Esta es una técnica idónea para el control de obras lineales, para el inventariado de la infraestructura urbana, medición de grandes distancias, inspección de carreteras y otras redes de transporte, documentación de eventos georreferenciados, entre otros muchos.
Este sistema captura y almacena información precisa en forma de nubes de puntos e imágenes de alta resolución de gran valor. En el caso de Madrid, la cartografía de 200 kilómetros de túneles que está llevando a cabo estos días será de gran utilidad para los servicios de movilidad, emergencias y conservación, entre otros (ver vídeo). Es por ello, que por primera vez un vehículo recoge cada detalle de los túneles de la M-30, los de Azca, Pío XII o las Cuatro Torres con esta finalidad.