Tras un inicio del mes de octubre con unas temperaturas inusualmente altas y en las que la ausencia casi absoluta de precipitaciones ha marcado la entrada del otoño, ha saltado finalmente la alarma por un año hidrológico que ha desembocado en sequía.
Las cuencas del Júcar, Segura y Duero registran a día de hoy situación oficial de sequía prolongada y la situación no tiene tintes de mejorar. La cuestión es que en Jaén o en Murcia casi forma parte de la normalidad vivir en escasez estructural de lluvias y del recurso agua, pero en autonomías españolas, como la verde Galicia, decir sequía parece casi una contradicción.
Pero es que prácticamente en todas las cuencas españolas hay áreas en prealerta, alerta o emergencia. El año hidrológico que comenzaba el 1 de octubre se iniciaba en Madrid con sus embalses al 60% de su capacidad, según el Canal de Isabel II, pero provincias tan distantes y dispares como León, La Rioja, Valencia y Murcia lo hacía en el entorno del 20%.
Y es que esta situación no sólo afecta gravemente a los cultivos, el agua tampoco llega para mantener la producción de energía hidroeléctrica, lo que repercutirá directamente en las emisiones de CO2 a la atmósfera –pues hace recurrir a otras formas de producción de energía- y también en una subida del recibo de la luz.
En medio de esta crisis de sequía que amenaza con hacerse crónica en nuestro país, la patronal de las grandes constructoras insta al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente a impulsar un plan similar al puesto en marcha con Fomento para utilizar la colaboración público-privada como fórmula para dar un gran empujón a la inversión en infraestructuras hidráulicas.
Ya en el mes de abril, Seopan proponía más de quinientas medidas sobre agua prioritarias, que requieren una inversión de 12.000 millones de euros, basándose en la planificación hidrográfica 2017-2021 y el cumplimiento de las directivas europeas en la materia.
Y en el contexto creado para lograr un Pacto Nacional por el Agua en España consensuado y con garantía de continuidad a largo plazo para el próximo año, la ministra Isabel García-Tejerina, sin aludir a estas conversaciones con las empresas, sí que hace hincapié en la necesidad de impulsar infraestructuras hidráulicas que permitan “administrar adecuadamente este recurso valioso y escaso”, ya que “el agua, en cantidad y calidad suficiente para todos los usos, es fuente de crecimiento y desarrollo”.
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