La contaminación y el cambio climático es un problema que nos preocupa a todos como ciudadanos y como profesionales. Y en el sector de la construcción y la edificación se trabaja en ello desde muy distintas vertientes.
La movilidad sostenible y energías limpias para el sector transportes o edificios de consumo casi nulo en la arquitectura moderna son algunos de los retos que se afrontan con la intención de reducir las emisiones y el consumo energético. Los pavimentos fotocatalíticos han nacido fruto de los avances que la investigación ha logrado para poner su grano de arena en esta lucha desde el ámbito de las carreteras.
Este tipo de pavimentos, que también se pueden configurar como superficies para edificaciones, se denominan fotocatalíticos y su utilización ya empieza a estar extendida por las ciudades de nuestro país con resultados demostrados por ensayos y estudios variados.
Su funcionamiento se sustenta en el principio de fotocatálisis, una reacción catalítica en que mediante un fotacatalizador, que suele ser dióxido de titanio, y bajo los efectos de la luz solar, reducen la concentración de NOx, ya que se transforman en nitratos inofensivos para el medio ambiente, que se eliminan fácilmente con la lluvia o limpieza urbana. Es un proceso similar al de la fotosíntesis que realizan las plantas para convertir el CO2 en oxígeno.
En ciudades como Madrid, donde la preocupación por la contaminación atmosférica ha llevado a las autoridades locales incluso a la restricción del tráfico, produciendo notables inconvenientes a sus ciudadanos, estos paviementos descontaminantes se están utilizando como medida para contribuir a la reducción de las partículas nocivas del ambiente.
La más reciente, ha sido la instalación de estos pavimentos en la Zona Azca durante su remodelación, que se ha llevado a cabo en tres fases repartidas entre 2016 y 2017 y que en su conjunto, según los resultados arrojados por los ensayos realizados, el suelo puede llegar a eliminar la contaminación que producen más de 12.000 coches en un año.
Pero no es algo exclusivo ni de Azca, ni de la capital, pues ciudades como Barcelona, donde hace tiempo que es obligatorio en sus pliegos, o Sevilla los han instalado en su espacio urbano y su uso está cada vez más extendido, tanto geográficamente, como en diversidad de superficies; el asfalto, las aceras, las fachadas, las cubiertas, las farolas, etc. Todos estas superficies pueden ser fotocatalíticas.