En el marco de su desarrollo como smart city, Santander ha formado parte de un ambicioso proyecto de innovación tecnológica pionero a nivel europeo denominado Santander Smart Water, cuyo resultados están siendo valorados como un éxito en la materia.
Este proyecto, desarrollado conjuntamente por el Ayuntamiento de la ciudad y FCC Aqualia, se ha orientado a realizar una gestión eficiente del ciclo integral del agua en la que, además, el ciudadano tenga una participación activa en la prestación del servicio.
En una fase previa, como antecedentes a este proyecto, se modernizaron las infraestructuras necesarias en la ciudad y se desarrolló la plataforma software que da soporte a todo el proyecto.
Y a continuación se desarrolló e implantó una completa infraestructura de supervisión y monitorización de agua, capaz de ofrecer información con el objetivo de optimizar, adecuada y eficazmente las necesidades de suministro, gestión y optimización de la ciudad.
Santander Smart Water contemplaba la instalación en la red de equipos inteligentes para monitorizar el nivel de saneamiento, presión de la red, bocas de riego, caudalímetros y lecturas de parámetros de calidad de agua (cloro, turbidez, PH, etc.) o información de las mareas, que permiten equilibrar la gestión de la demanda del suministro, adaptándose a los condicionantes actuales y adelantando las que acarrea el cambio climático.
El proyecto incluye una plataforma para el ciudadano mediante la que, a través de su smartphone o tablet, puede acceder a información relevante del servicio de abastecimiento y alcantarillado, así como curvas de consumo de agua en el hogar, alarmas sobre un consumo excesivo que pudiera desvelar una fuga, avisos sobre incidencias o averías en la red que pudieran afectar al suministro, entre otra información. Y todo ello, de una manera sencilla e intuitiva, que permite también al usuario aportar información útil al sistema, como un sensor más de la ciudad.
Y es que en Santander se extiende ya una red que alcanza los 20.000 sensores suministrando información en tiempo real sobre tráfico, aparcamiento, limpieza, recogida de residuos y, por supuesto, gestión de agua, haciendo de ella una ciudad realmente inteligente.
Y tal ha sido la satisfacción lograda por el conjunto del proyecto, que Santander se ha convertido en un referente y un éxito que busca reproducirse en otras localidades, dentro y fuera de nuestras fronteras.
