Atracción turística y escenario de películas y programas televisivos, en el subsuelo tokiota se configura un alcantarillado digno del entorno de ciencia ficción que el manga japonés tantas veces nos ha hecho imaginar.
G-Cans Project – también conocida como “La Catedral” por sus 59 columnas de 500 toneladas de peso cada una- es el “Canal de descarga subterránea del área metropolitana (Metropolitan Area Outer Underground Discharge Channel)“, esto es, una infraestructura hidráulica subterránea.
A 50 metros bajo la superficie de la ciudad, G-Cans Project es un sistema de canalizaciones, tanques, silos y turbinas creada para prevenir inundaciones, desviando y canalizando las aguas de una avenida, en caso de subidas del nivel a causa de catástrofes naturales como monzones, tifones e incluso tsunamis.
El sistema configurado en esta “ciudad futurista” tardó más de una década en construirse y forma parte de todos los hitos modernos de la ingeniería.
Este “derroche de ingeniería”, que recuerda a las Minas de Moria del Señor de los Anillos, está dotado con cinco silos de contención con una altura de 65 metros y un diámetro de 32 conectados entre sí por 6,4 km de túneles subterráneos. Además, dispone de un tanque de agua de 25,4 metros de altura, 78 m de anchura y 177 m de longitud.
Gracias a sus 78 bombas de 10 MW de potencia, se pueden bombear unas 200 toneladas de agua por segundo hacia el río Edogawa.
En total, pueden pasar por sus canales hasta 44 millones de litros, que además de al Edogawa, también se distribuyen a otros caudales más pequeños a lo largo de 6,5 kilómetros de agua.