La filial de FCC para la gestión de agua, Aqualia, ha presentado All-gas, un proyecto promovido por la Unión Europea para el aprovechamiento de aguas residuales para el cultivo de microalgas y su conversión a biodiesel.
El proyecto ya ha demostrado en laboratorio la posibilidad de que las aguas residuales de las EDAR sirvan para el crecimiento de estas algas y ahora se probará en una primera fase en la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Torno en Chiclana (Cádiz).
La eliminación de nutrientes de las aguas residuales por el papel de las algas para obtener biomasa de algas para el aceite y otras extracciones químicas son la base del proceso.
“Las algas se digieren, junto con las aguas residuales y sus sólidos, para producir biogás y CO 2 . El biogás se purifica y comprime para que sirva como combustible para vehículos, con un rendimiento estimado para otros 20 automóviles por hectárea de cultivo”, aseguran fuentes oficiales del proyecto, que cuenta con otros cuatro socios europeos.
All-gas ha entrado en su fase de demostración a escala industrial y cuarenta vehículos probarán la eficacia de este nuevo biogás. A partir de ahora, el objetivo es hacerlo económicamente rentable para afrontar su producción a gran escala, teniendo en cuenta que este nuevo producto cuadruplica el rendimiento de otros biocombustibles convencionales.
Lográndolo, se llevaría a cabo una interesante contribución a la descarbonización de la Unión Europea, donde el transporte sigue siendo un sector protagonista de las emisiones contaminantes a la atmósfera.
Asimismo, este proyecto se erige como un claro ejemplo de economía circular de excelencia, pues el residuo de una actividad se transforma de manera sostenible en materias de valor añadido.