Esta turbina ha supuesto varios años de investigación a una compañía belga llamada Turbulent. Jasper Verreydt y Geert Slachmuylders, fundadores de la misma, han puesto su empeño en conseguir una micro turbina hidroeléctrica, inspirada en la naturaleza y respetuosa con ella, que suministrará energía de manera continua y renovable además, por supuesto, de ser rentable.
Esta turbina de tamaño reducido utiliza el principio natural del vórtice para su funcionamiento y cuenta con hélices y software específicos capaces de operar con sedimentos y suciedad.
Actualmente, estas mini-plantas hidroeléctricas proporcionan desde 15kW hasta 100 kW y combinadas en redes descentralizadas pueden llegar a generar hasta 20 megavatios, potencia suficiente para alimentar a una ciudad pequeña de manera eficiente y rentabilidad.
Entre sus principales ventajas está su menor impacto en el medio natural, así como coste mucho más reducido, que las grandes obras de ingeniería hidráulica. Es por ello que se ha instalado inicialmente en comunidades rurales chilenas.
El mes pasado, de hecho, se inauguró en Doñihue (Chile) una miniturbina que ocupa 1,9 metros cúbicos de agua, con una caída de 1,7 metros, para generar 15kW de potencia, de día y de noche, posiblemente todo el año, según indica la instalación chilena de la compañía Turbulent.
Su escasas exigencias de mantenimiento y la resistencia a los cambios de caudal facilitará, según la compañía, un retorno de inversión de cinco años, generando en un año hasta 105 MWh, el equivalente de 30 a 40 casas chilenas. Este tipo de centrales se pueden instalar en ríos o canales, desde solo 1,5 metro de desnivel o de caída de agua, y un caudal de solo 1 metro cúbico por segundo, con lo que se espera que contribuyan notablemente a lograr el objetivo gubernamental de alcanzar un 70% de energías renovables en 2050 en el país.
En este vídeo puedes ver como funciona: