En la encrucijada entre Europa, Asia y África, Dubai nos enigma con sus tradiciones y nos atrae con su capacidad de innovar, particularmente en Ingeniería y Arquitectura, pero sobre todo de sorprender.
Su más reciente megaproyecto no es ni más ni menos que el “marco fotográfico” más grande del mundo, que se ha configurado como atracción turística, con gran éxito desde su inauguración en enero pasado.
Dos torres gemelas de 150 metros de alto unidas por un puente de vidrio de 93 metros de largo componen su estructura rematada por paneles de vidrio fotovoltaico dorado, con una potencia instalada total de 38 kWp.
El monumento ofrece a sus visitantes, que se espera que sean dos millones al año, vistas 360º de la ciudad en forma de viaje en el tiempo. Para lograrlo, su ubicación en Zabeel Park fue cuidadosamente elegido, pues ofrece al norte vistas de la antigua ciudad de Deira, Umm Harare y Karama y al sur los racacielos de la avenida Sheikh Zayed, entre los que se encuentran Emirates Towers y Burj Khalifa.
Para vivir la experiencia del antiguo, el actual y el nuevo Dubai, el marco rectangular ofrece diversos entretenimientos. “The Past Gallery” es el museo en la planta baja que muestra la transformación de Dubai de pueblo de pescadores a una gran metrópolis; a nivel de cubierta, con vistas 360º los visitantes se ayudan de la realidad aumentada para conocer los puntos de referencia de la ciudad y al final del recorrido, tras una ilusión con muchos efectos especiales y un túnel con remolinos, aterrizan en la ciudad que será Dubai en 50 años.
Aunque la web oficial dice que el marco fue diseñado arquitecto Fernando Donis, quien también diseñó la Torre Renacentista de Dubai, el proyecto no ha estado alejado de controversias, pues numerosas fuentes aseguran que se había erigido sin el consentimiento del arquitecto original.