Sensibilizado por desastres como el tsunami que arrasó la costa asiática que baña el Índico en 2004 o el terremoto que asoló Haití en 2010, un ingeniero civil argentino llamado Darío Martín ha creado con juego de palabras inglés-español un nuevo concepto de vivienda.
Piramid-All es una casa con una doble particularidad: en primer lugar, responde al interés de desarrollar una edificación de gran resistencia en casos de seísmos y demás desastres naturales; pero, además, su capacidad de autoabastecimiento a través de energías renovables la convierte, según sus creadores, en una ideal “casa del futuro”.
La vivienda se identifica por su forma geométrica. La pirámide es la más estable y resistente de las configuraciones para, con un consistente cálculo estructural, resistir los embates de los desastres naturales, particularmente los terremotos, aseguran desde la empresa Pirámide Ingeniería.
Pero además, la pirámide propone una extensa superficie disponible para los paneles solares que, complementados con un generador eólico en el extremo superior donde confluyen las caras triangulares, suponen el sustento energético de consumo diario de la vivienda.
Las energías renovables (solar, eólica y termo-solar) se complementan asimismo con la posibilidad de contar con una instalación de carga para vehículos eléctricos permitiendo la independencia de los sistemas convencionales de suministro energético – por ejemplo en entornos rurales- o combinándose con ellos, pues Piramid-All ofrece la posibilidad de tomar energía eléctrica del sistema o aportarla (venderla al mismo) del sobrante que genera la propia vivienda.
Además de su autoabastecimiento y nula contaminación, las ventajas de Piramid-All son numerosas, pues se construye en breve espacio de tiempo (entre tres y cuatro meses) y, aseguran sus comercializadores, tiene un coste más ajustado que una vivienda tradicional.
De hecho, aunque su principal mercado se distribuya por países como Perú, Chile o los de América Central –sin olvidar México, USA o Japón- donde los fuertes seísmos son relativamente frecuentes, su eficiencia energética y perfil ecológico servirán para ampliar sus posibilidades de llegar a cualquier lugar del mundo.