El colegio vitoriano Carmelitas-Sagrado Corazón Ikastetxea se encuentra inmerso en la rehabilitación integral de sus instalaciones bajo el exigente estándar de eficiencia energética Passivhaus.
El proyecto, que se espera que finalice en 2020, es una iniciativa pionera en nuestro sistema educativo, que apuesta por la importancia de un entorno saludable para sus usuarios, que son mayoritariamente niños.
Los espacios luminosos, sin contaminación acústica y con los niveles de oxígeno, temperatura y humedad adecuados para el funcionamiento óptimo del cerebro humano son los que abundan en este centro escolar, facilitando tanto el aprendizaje de los alumnos como la labor pedagógica de los docentes.
Y es que el proyecto “Arquitectura para la Educación” , en el marco Passivschool, en que se mueve la iniciativa del centro pone neurociencia, pedagogía y arquitectura al servicio de la educación y la sostenibilidad.
Y además de proporcionar un lugar óptimo, las áreas reformadas están siendo fuente de conocimiento para los alumnos, que aprenden cómo funciona el edificio y porqué resulta más sano y eficiente, con experiencias de tipo “guía turístico” de unos alumnos a otros.
Una edificación pasiva exige la máxima reducción del consumo energético para su climatización en busca de una temperatura constante y para lograrlo, en las tareas de rehabilitación de este colegio vitoriano se desarrolla la implantación de un aislamiento térmico y acústico de paramentos exteriores, ventanas de triple vidrio y ventilación mecánica con recuperadores de calor regulada por detectores de CO2.
Además, los aleros exteriores permiten la entrada de los rayos del sol durante el invierno y la impiden durante el verano, y la utilización de termostatos en los radiadores para regular la temperatura en las aulas son elementos importantes para lograr superar las exigencias Passivhaus.
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