Es “la obra del siglo en Rusia” y está plagada de curiosidades y anécdotas, salpicado de connotaciones económicas y geoestratégicas. Pero más allá de la imagen del presidente ruso Vladimir Putin a los mandos de un camión Kamaz atravesándolo con motivo de su inauguración, destacamos que el puente de Crimea – seudónimo del puente sobre el estrecho de Kerch- es el más largo del país y ha costado algo más de tres mil millones de euros.
Con 19 kilómetros de longitud, ha sido abierto al tráfico de automóviles este mes de mayo, con más de medio año de antelación a pesar de las duras condiciones climatológicas, tras 860 días de obras vigiladas por la mirada atenta de un departamento especial de buzos de élite de la Guardia Nacional de Rusia, creados, entrenados y desplegados ad hoc para proteger de sabotajes y actos terroristas.
Alrededor de 7300 pilotes que soportan 595 pilares se han utilizado para unir la península de Crimea con la región de Krasnodar en una carretera de cuatro carriles, con capacidad para 40.000 automóviles al día, que ha bebido de la experiencia de otras grandes infraestructuras como el puente Ruski de Vladivostok o el Diámetro Occidental de Alta Velocidad de San Petersburgo. De ellos, 5500 pilotes son de tubo de inmersión hasta los 45 metros, 800 pilotes vaciados de inmersión también hasta los 45 metros y 1000 de cuña de inmersión hasta los 16 metros, para atender a las diferencias en el fondo marino.
Las obras de construcción de este puente se han llevado a cabo en los ocho tramos del puente simultáneamente, y su estructura, al modo en que se hace en los edificios, se comenzó a erigir desde la parte inferior y se ha concluido en la superior. Durante las mismas, se llegaron a encontrar bombas de la II Guerra Mundial y otros tipos de material bélico y se trabajó con un ojo puesto en los equipos de predicción meteorológica instalados para organizar las tareas.
Aún queda por concluir el tramo para vehículos de carga, y a finales de 2019, inaugurar el apartado ferroviario, con dos líneas de ferrocarril y capacidad diaria de hasta 47 pares de trenes, aunque dados los precedentes, la prensa internacional podría sorprendernos mucho antes de lo estimado.
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