El Gobierno británico ha dado difusión a su proyecto de corredor verde “sin precedentes” para el proyecto que acompañará al del ferrocarril de alta velocidad HS2 (High Speed 2), integrando la nueva línea en su entorno para convertirlo en el tren rápido más sostenible del mundo al reducir al mínimo su impacto ambiental.
A lo largo del trazado, este "green corridor" se desarrollará en paralelo a la infraestructura ferroviaria, conservando y generando hábitats de vida silvestre, bosques nativos y espacios comunitarios desde Londres al norte de Inglaterra, con la escala de obras planificadas más grande realizada por un proyecto de infraestructura en Reino Unido.
De Londres a West Midlands, en la primera fase del proyecto HS2, que recorre 216 kilómetros, la creación del corredor implicará una red de proyectos ambientales que cuentan con la plantación de 7 millones de árboles y arbustos, se configurarán más de 9 km2 de bosques nativos y más de 33 Km2 de nuevos hábitats de vida silvestre.
Además se reutilizarán alrededor del 90 por ciento del material excavado durante la construcción de la infraestructura ferroviaria en el movimiento de tierras y la recuperación paisajística, que incluirá rutas de acceso, parques públicos, espacios abiertos y reservas naturales.
A todo ello, se añadirá la configuración de la segunda fase, que desde West Midlands hasta Crewe, llegará a superar los 500 kilómetros de extensión del HS2.
Este proyecto, además de mejorar la conectividad, impulsar la economía y el empleo y apoyar a las comunidades locales, a las que se está implicando notablemente, se espera que sirva para proteger el medio ambiente y establecer nuevos estándares en Gran Bretaña y Europa que marquen las futuras generaciones de los grandes proyectos de infraestructuras.
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