Aprovechando un fragmento de la entrevista que realizamos a uno de nuestro experto en depuración de aguas residuales, Jorge Chamorro hace un análisis de los errores más habituales en el diseño de las EDAR en este artículo de iAgua, portal de referencia del sector del agua.
“Lo importante es verificar que los costes de operación y mantenimiento que han propuesto los licitadores sean realmente los que van a tener durante los próximos años”
Según Jorge, los criterios que exige la administración pública para la construcción de una depuradora por el presupuesto que propone hacen que sea “más complicado que poner un cohete en la luna.”
¿De dónde nace esa dificultad? El problema radica en intentar ajustar la construcción de la EDAR a un presupuesto que no tiene en cuenta los futuros costes de mantenimiento.
Una Estación depuradora es una fábrica que debe funcionar 24 horas al día durante 25 año, y para que lo haga en óptimas condiciones, debe ser funcional y flexible desde su concepción, buscando un mantenimiento futuro que sea lo más económico posible y con el menor impacto posible en su funcionalidad.
“Es un contrasentido que gastemos 30 o 40 millones de euros en una EDAR y no se vea sometida a controles técnicos anuales.”
Además, Jorge propone ciertos criterios de valoración, tales como la implantación de contratos de mantenimiento preventivos para los próximos cinco años, establecer un programa de Vigilancia Ambiental para la operación y mantenimiento valorado y un plan de Aseguramiento de la Calidad de la O&M, entre otros.
Quizás también te interese: