Aunque tampoco son precisamente mayoría, este título nos podría llevar a pensar en mujeres en ruta sobre sus motocicletas de enorme cilindrada, cascos y chaquetas moteras mediante. Pero no. Hoy dedicamos este post a las mujeres empleadas en el sector de la construcción, con particular mención a aquellas que desempeñan su labor profesional en contacto con la carretera.
Aumenta la presencia femenina en un sector fuertemente masculinizado como es el de la construcción en nuestro país. Y no lo digo yo, lo dicen los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año que revelan que, respecto al mismo periodo de 2017, la presencia de la mujer se ha incrementado un 10,26%.
Esto es una buena noticia, pero aún podríamos hablar de una participación en el empleo casi residual, pues en el conjunto del sector sólo el 8,3% de los trabajadores son mujeres, frente al 91,3% de hombres. Estos porcentajes van variando en función de las actividades concretas sobre las que pongamos el foco de atención: en nuestro país, 10.000 mujeres se dedican a Ingeniería Civil, 45.000 a Edificación y 51.200 a actividades de “construcción especializada”, según la EPA.
Sin embargo, los estereotipos y los prejuicios siguen siendo a día de hoy un freno importante para la incorporación de la mujer a un mercado que está creciendo (15 de cada 100 nuevos empleos nacen en el sector de la construcción) y además se ha quejado de andar falto de perfiles adecuadamente cualificados.
El sector no puede perder el talento femenino y la mitad de la población no puede prescindir de las oportunidades laborales que ofrece este sector. Así que, con la intención de propiciar un cambio de mentalidad necesario en nuestro país trabajan instituciones como la Fundación Laboral de la Construcción, con jornadas como “Promoviendo la incorporación de las mujeres en la Construcción” o proyectos concretos, como “Women Can Build”, centrada en reconfigurar la Formación Profesional para acceder a un sector más igualitario.
En este sentido rema también el Proyecto Mujer e Ingeniería, de la Real Academia de Ingeniería, del que ya hemos hablado en este blog, que acaba de lanzar su tercera convocatoria de Mentoring para relacionar a estudiantes de últimos cursos de Ingeniería con profesionales que les sirvan de ejemplo y ayuda a través de su experiencia. No está relacionado exclusivamente con la construcción, sino con la Ingeniería, pero acoge a muchas futuras profesionales que acabarán relacionándose de uno u otro modo con este sector.
Aún tenemos mucho camino por andar en este sentido en nuestro país, aunque hemos ido descubriendo asociaciones en ámbito profesional como “Women of Asphalt”, una coalición nacional que agrupa a las mujeres que trabajan en la industria del asfalto estadounidense, ofreciéndoles apoyo para el buscar carreras en la industria, respaldo en su crecimiento profesional, dando oportunidades de mentoría, networking, o educación, entre otras.
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