Todo Jefe de Proyecto desea entregar un trabajo de calidad, en el tiempo previsto y que se ajuste al presupuesto.
Para lograrlo, es fundamental tanto conocer el alcance del proyecto como saber gestionar el tiempo, lo que implica conocer las posibles causas de retrasos y cómo evitarlas:
- Correcciones internas: Debemos contar con una persona encargada de revisar los fallos internos y realizar una estimación de las horas necesarias para la realización de esta fase.
- Tareas técnicas ocultas. Cada proyecto es diferente y nos encontremos con situaciones que no teníamos previstas, como por ejemplo, pedir una autorización que desconocíamos. ¿Cómo lo evitamos? La experiencia propia y la de los compañero es la clave.
- Tareas de coordinación: Normalmente la persona encargada de coordinar los diferentes departamentos cumple una función técnica al mismo tiempo. No podemos darle menos importancia a la tarea de coordinación, pues una mala comunicación entre departamentos nos puede llevar a retrabajos.
- Carga de trabajo: Debemos tener en cuenta que cada departamento tiene otros proyectos de trabajo que requieren de su participación. Si no lo hacemos, retrasaremos a los otros departamentos y tendremos que realizar subcontrataciones o aplazar la entrega de nuestro proyecto.
- Subcontratación o colaboración: Una empresa subcontratada o colaboradora tiene sus clientes, sus proyectos y también su planificación con sus posibles retrasos. Debemos prever esos retrasos, las revisiones del trabajo, nuevas fechas de entrega, etc.
- Desviación de la planificación: A mayor desviación más complicado reconducir el proyecto sin llevar retrasos a cabo.
Cuanto mejor sea nuestra planificación (es decir, más de los anteriores aspectos hayamos tenido en cuenta), más probabilidad tendremos de que nuestro proyecto sea exitoso, es decir, que lo entreguemos en plazo, con la calidad acordada y el presupuesto previsto.
Curva Tiempo-Calidad
Imaginemos que tenemos los plazos controlados y todo va sobre raíles. ¿Debemos destinar todo el tiempo en aumentar indefinidamente la calidad del proyecto?
La respuesta es no. Debemos alcanzar la calidad acordada con el cliente, la que espera y para la que hemos presupuestado el proyecto. Ni más, ni menos.
Es decir, debemos saber cuando parar. ¿Por qué? Porque llegado a cierto punto del proyecto, más tiempo no implica un aumento significativo de calidad, pero si reduce el beneficio para la empresa.
En este vídeo del curso de gestión de proyectos, Manuel García Gallegos te explica por qué es fundamental tener en mente la curva Tiempo-Calidad de un proyecto:
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