Desde hace un tiempo he estado preparando una nuevo curso sobre Comunicación junto a ingenio.xyz, creado con todo el cariño y consciencia para que sea lo más productivo y práctico posible.
Una vez terminado, estuve pensando, leyendo y viendo en el día a día cómo utilizamos nuestro lenguaje y cómo vamos construyendo nuestra realidad mientras me venían pensamientos, reflexiones a la cabeza sobre diferentes cuestiones. Me daba y me sigo dando cuenta, incluso conmigo misma, de lo que nos gusta hablar, charlar, decir, opinar e informar... y sin embargo, que poco preguntamos, pedimos u ofrecemos.
Fíjate, ¿has observado que la gente exitosa hace preguntas? Muchas. Parecen estar en actitud "aprendiz" permanentemente. ¡Qué bueno!
También hay buenos maestros o formadores que si les preguntas suelen devolverte la pregunta modificada en cierta manera para que la puedas ver u observar desde otro lugar, con otra perspectiva, incluso convirtiéndote en observador de ella, ¿por qué lo hacen? Seguro que te lo habrás preguntado alguna vez… Pues porque quieren que seas tú mismo quien "tomes conciencia" y te des cuenta de lo que preguntas y posiblemente, casi seguro diría yo, te des la respuesta.
¿No te ha pasado que a veces sólo formulando una duda que tenías en tu cabeza a alguien en alto, de repente te ha venido la respuesta? Un Insight. ¡La toma de conciencia es tan poderosa!
Por ejemplo, he estado en formaciones donde había dinámicas de ventas y te das cuenta cómo nos dirigimos al potencial cliente: le echamos una charla, le contamos mil cosas de nuestro producto o servicio y de nosotros sin saber si le interesa, si lo necesita o si lo quiere... Los buenos vendedores primero indagan y disciernen qué es lo que busca el cliente en lugar de empezar a darle una maravillosa ponencia de lo que venden. Su producto, ni ninguno, vale para todo el mundo por lo que preguntando primero podrás descubrir si su necesidad merece el invertir tu tiempo y el suyo.
El punto en común es el Principio de Pregunta Antes de Hablar. Te lleva a otro lugar...
Así que ya sabes, cuando tengas que comunicarte con alguien, en lugar de empezar a soltar datos, información u opiniones, pregunta. Pregunta qué necesita, qué resultado busca, qué es importante para él o ella. Indaga sobre su dolor y después dale lo que realmente necesite. Si además lo haces desde su mismo sistema representacional (la estructura con la que cada uno de nosotros almacenamos lo que percibimos, la realidad), usando sus palabras, acercándote a su corporalidad, igualando su estado de ánimo o poniéndote en el contrario si ves que lo necesita, creando un entorno de confianza, siendo honesto y devolviendo con gratitud lo que percibes, descubrirás ”Otra Forma de Comunicarte”, y obtendrás unos resultados extraordinarios.
Prueba esto: cuando estés hablando, te estés comunicando, para un instante, deja que surja una pregunta y hazla. Utiliza tu intuición, escucha con todos tus sentidos. Lo que obtengas tendrá un gran efecto en lo que digas después.
Así que vuelve al título otra vez y pregúntate, ¿informas o te informas? ¿Hablas o preguntas? ¿Creas la realidad que quieres o tu realidad se crea sin ti?
Te invito a diseñar tu mundo a través de una comunicación eficaz y exitosa. Si tu realidad no es la que tú deseas, mira cómo son tus conversaciones, ahí encontrarás la clave.
En ingenio.xyz podremos encontrar juntos ese espacio para descubrirlo, practicarlo y llevarlo a la realidad.
Toma acción en tu comunicación. ¡Te espero allí!
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