¿Cómo ir un paso más allá en la edificación sostenible? Materiales naturales, como la madera, energías renovables y eficientes, estándares de construcción y certificaciones verdes, como Passivhaus o LEED, y, ahora, se desarrolla un nuevo concepto que combina la escasa disponibilidad de espacio en las ciudades con las elevadas demandas de su creciente población.
Los “plantscrapers” aspiran a albergar viviendas y oficinas en su interior al tiempo que incorporan en su fachada un invernadero capaz de producir alimentos de calidad, en cantidad y de producción local.
Este es el caso de World Food Building, un edificio de oficinas de 60 metros de alto, distribuidos en 16 plantas, con 4.300 metros cuadrados reservados al cultivo hipodrónico en vertical en su fachada sur, capaces de producir hasta 500 toneladas de alimentos orgánicos al año, en Linköping, al sur de Suecia.
La propuesta de la empresa local Plantagon, que se ha puesto en marcha gracias al micromecenazgo, responde a la idea de “Agritectura” que combina la agricultura urbana con técnicas innovadoras y la aportación de la arquitectura para satisfacer de manera eficiente de alimentos a las ciudades.
El cultivo del rascacielos sueco, aseguran desde Plantagon, ahorrará 1.000 toneladas de emisiones de CO2 y 50 millones de litros de agua respecto a un cultivo tradicional; evitará con producción local las emisiones que el transporte derivado del comercio implica, y además, el edificio reutilizará parte de la energía necesaria para el cultivo en tareas de climatización.
De este modo, este proyecto pionero se convertirá en el año 2020, en que se prevé que esté finalizado, en una construcción pionera y modelo a nivel mundial capaz de producir alimentos suficientes para abastecer a más de 5.000 personas al año.
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