El sector del ciclo urbano del agua quiere ocupar su lugar en lo que a la Estrategia de Economía Circular se refiere. Por ello, los operadores de abastecimiento y saneamiento han comenzado a medir su contribución a las tendencias de conservación del medio ambiente y a minimizar su impacto en el entorno.
Esto se ve perfectamente reflejado en el Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España que de manera bienal realizan la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) y la Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua a Poblaciones (AGA).
El consumo energético y el aprovechamiento de la energía son algunos de los ámbitos donde más esfuerzos está realizando el sector, sin olvidar la generación o la reutilización de aguas y fangos.
La generación de energía por parte de los servicios de agua urbana, es decir, el aprovechamiento energético del sector, se sitúa en torno a los 456 GWh/año, lo que equivale a suministrar durante un año electricidad a una población de 150.000 habitantes, revela el estudio.
Otro dato destacable en este sentido concreta que el 72% de los operadores cuenta con sistemas de aprovechamiento energético que se logran a través de energías renovables y verdes. Principalmente son el biogás producido en las Estaciones de Depuración de Aguas Residuales (Edar) y en el potencial hidroeléctrico de los caudales de agua empleados.
Por otra parte, en España se reutilizaron 268 hectómetros cúbicos, alrededor del 7% del agua residual depurada y regenerada, mayoritariamente para agricultura (45%) y jardines y zonas de ocio (35%), dejando la industria o la limpieza de alcantarillado y calles con una menor presencia en este punto fuerte del sector del ciclo urbano del agua.
A la reutilización de agua, se ha unido la de los fangos procedentes de la depuración, con 701.751 toneladas de materia seca en 2017, de las que el 85% se destina a agricultura, jardinería y silvicultura.
Y el interés de los operadores de servicios de agua urbana en medir sus emisiones hace que más del 60% calcule su huella de carbono y tenga un plan para compensarla.
El estudio revela este y otros muchos datos que muestran cómo el sector del agua ha asumido su responsabilidad en que su ciclo integral se integre en la economía circular demandada por el medio ambiente y por las normativa comunitaria, al tiempo que exige mayores inversiones para las infraestructuras del agua, un órgano regulador y consenso político estatal.
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