En esta clase en vídeo del curso de Taludes y laderas inestables, impartido por Sergio Sánchez, vemos cómo se puede plantear un estudio geotécnico y qué investigaciones se podrían llevar a cabo.
En este ejemplo tenemos una ladera de macizo rocoso con una capa superior de coluvión (suelo residual) en la que se plantea realizar una trinchera de 20-30 metros, que será el portal de un futuro túnel de carretera.
Lo primero que podríamos hacer es un perfil de sísmica de refracción (geofísica) que nos permitirá estimar el espesor de la capa de coluvión y determinar qué espesores del macizo rocoso son más o menos competentes.
Esta información cualitativa del terreno la podemos completar con la realización de sondeos mecánicos con recuperación de testigo, cuyo número y localización dependerán de la actuación en cuestión.
Gracias a los testigos extraídos, los sondeos nos permitirán conocer más detalles del terreno y detectar posibles fallas. Por ejemplo, usando el índice RQD (uno de los más haituales) podemos saber cuál es el grado de fracturación de la roca y reflejarlo en el registro del sondeo.
También podemos tomar muestras inalteradas (para ensayarlas en laboratorio), realizar ensayos in situ (RMR, GSI o Q) y tomar testigos parafinados y muestras de junta.
Es muy importante la instalación de piezómetros en los huecos dejados por los sondeos para controlar el nivel freático del terreno (el coste el bajo y aportan una información muy útil).
Finalmente, en cuanto a la longitud y profundidad de las investigaciones, esta debe ser suficiente como para que podamos completar nuestro modelo geológico y geométrico del problema, profundizando entre 5-10 metros respecto de la cota inferior de la actuación.
También te puede interesar: