La sostenibilidad y la instauración de los principios de la Economía Circular son tendencias claras en el sector de la Construcción, como los son en otras áreas económicas y sociales.
Si hoy en día resulta imposible escapar al establecimiento en la edificación o las infraestructuras de métodos de trabajo digitales, tampoco es posible ya hacerlo a la incansable búsqueda de materiales y procesos menos contaminantes, que de manera conjunta están propiciando un sector más eficiente y respetuoso con el medio.
En los post de Ingenio.xyz, hemos abordado ya nuevas ideas como Lean Construction, metolodologías de trabajo digitales como Building Information Modelling (BIM), certificaciones de ecoeficiencia, estándares de construcción, materiales ecológicos como la madera y sus innovaciones y mucho más.
Hoy es el turno para una nueva corriente de diseño que ha venido a quedarse bajo las siglas C2C. Cradle to Cradle, del inglés “De la cuna a la cuna”, obedece a un concepto que quiere ir más allá de la idea de Economía Circular para optimizar el respeto al medio ambiente, la salud de sus ocupantes y la productividad de los espacios.
Bajo el lema “Rediseñando la forma en que hacemos las cosas”, el C2C nace de un libro publicado en 2002 por el químico-ecologista alemán Michael Braungart y el arquitecto-paisajista estadounidense William McDonough. Ambos proponen una nueva forma de interpretar el ecologismo en una Próxima Revolución Industrial.
Concretamente, la metodología C2C parte de los principios de la Economía Circular, buscando optimizar recursos y materiales, disminuye el consumo energético, reduciendo al máximo la generación de residuos, las emisiones y las tareas de mantenimiento de los edificios; mejora su funcionalidad, rentabilidad y calidad de vida de sus ocupantes.
Alejándose del tradicional modelo de “extraer, usar y tirar”, el Cradle-to-cradle quiere estar presente desde el mismo momento de la concepción de la idea para aplicar desde el diseño hasta el posible desmantelamiento de la instalación, aprovechando la ventilación e iluminación natural en diseños bioclimáticos, y no faltando en ninguna de las fases de la vida de un proyecto.
Los espacios pueden ser deconstruidos y reformados de manera sostenible y las materias primas puedan reutilizarse y/o devolverse al medio en un sector donde se generan en el entorno de 250 kg de residuos por cada metro cuadrado construido.
El edificio universitario EAN Legacy en está siendo construido en Bogotá bajo la batuta del estudio de arquitectos William McDonough + Partners como un gran ejemplo de los múltiples beneficios que C2C puede traer al sector y al medio ambiente.
La oficina construida bajo estos parámetros está diseñada de forma que se optimiza al máximo la luz natural, se han colocado varios elementos aislantes del sonido, contiene espacios interiores libres de sustancias químicas nocivas y elementos vegetales para crear espacios naturales, entre otras características.
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