Sobre una viga doble T sometida a flexión, se produce una ley de flectores positivos implicando compresiones en la cara superior, y tracciones en la cara inferior. El estado tensional con compresiones en el ala superior y parte del alma, y tracciones en el ala inferior y la otra parte del alma, separados los estados por la fibra neutra.
En el ala superior tenemos un estado tensional que no debe superar el límite elástico, pues agotaría la sección en las zonas donde la compresión fuese más acusada. Se debe examinar el efecto local de la compresión en ese punto, y su agotamiento por abolladura.
En cualquier viga metálica, deberíamos comprobar los estados límite últimos.
1. El de la propia resistencia de la viga, momento resistente mayor que el momento producido por la solicitación.

2. El de la resistencia a abolladura de los paneles comprimidos, debiendo ser mayor que la máxima tensión de compresión que se produce sobre los elementos. 

Si se verifican ambas desigualdades, podemos afirmar la seguridad de la pieza. No obstante, las normativas modernas han introducido un concepto llamado clase de sección, con el fin de integrar ambas expresiones en un solo cálculo.