5.0 Daños en partes no estructurales: Deformaciones excesivas. Conceptos y limitaciones normativas.
Todas las estructuras se deforman al actuar las cargas, forma parte de su comportamiento natural. Nuestro deber es limitar esas deformaciones para evitar daños en partes no estructurales. Estos daños corresponden al estado límite de servicio o ELS, no tienen por que suponer necesariamente un problema de seguridad. El CTE limita la flecha de los vanos para evitar este tipo de daños: 1/500 para elementos rígidos y 1/400 para elementos menos rígidos.
Estas limitaciones se tienen que cumplir en todos las direcciones de un vano, no obstante, no debemos pensar que cumpliendo con este requisito se eliminan los daños. El riesgo no es nulo, por lo que se deben tomar precauciones constructivas.
Trabajaremos un concepto denominado flecha activa: es la flecha que se produce en un forjado a partir de la construcción del elemento que estamos analizando, como puede ser un tabique o pavimento.
La flecha activa se compone de la flecha tras el descimbrado, la flecha debido a la fluencia y la flecha provocada por el tabique superior, todo ello medido a largo plazo, es decir, es la suma de las flechas instantáneas más las flechas diferidas.
Conforme crecen las cargas se va incrementado el nivel de fisuración y la flecha va variando, con lo cual el cálculo al ser muy complejo, se suele realizar mediante programas informáticos. La felcha activa es del orden de 3 o 5 veces mayor que la flecha si solo contamos la de rigideces brutas y despreciando la fluencia.
Todas las estructuras se deforman al actuar las cargas, forma parte de su comportamiento natural. Nuestro deber es limitar esas deformaciones para evitar daños en partes no estructurales. Estos daños corresponden al estado límite de servicio o ELS, no tienen por que suponer necesariamente un problema de seguridad. El CTE limita la flecha de los vanos para evitar este tipo de daños: 1/500 para elementos rígidos y 1/400 para elementos menos rígidos.
Estas limitaciones se tienen que cumplir en todos las direcciones de un vano, no obstante, no debemos pensar que cumpliendo con este requisito se eliminan los daños. El riesgo no es nulo, por lo que se deben tomar precauciones constructivas.
Trabajaremos un concepto denominado flecha activa: es la flecha que se produce en un forjado a partir de la construcción del elemento que estamos analizando, como puede ser un tabique o pavimento.
La flecha activa se compone de la flecha tras el descimbrado, la flecha debido a la fluencia y la flecha provocada por el tabique superior, todo ello medido a largo plazo, es decir, es la suma de las flechas instantáneas más las flechas diferidas.
Conforme crecen las cargas se va incrementado el nivel de fisuración y la flecha va variando, con lo cual el cálculo al ser muy complejo, se suele realizar mediante programas informáticos. La felcha activa es del orden de 3 o 5 veces mayor que la flecha si solo contamos la de rigideces brutas y despreciando la fluencia.