Refuerzos y reparaciones: Refuerzos de vigas y forjados. Recrecido de hormigón.
-Ejecución
Partimos de un forjado que necesita un refuerzo a flexión, se ejecutará realizando sobre la capa de compresión del propio forjado un recrecido de hormigón armado con un mallazo. Este recrecido dificilmente tendrá un espesor menor a 5cm, por lo complejo de su ejecución constructiva, tendiendo a valores entorno a 7 cm.
-Características estructurales
Esta intervención supone un incremento de canto que, en las secciones de vano sometidas a momento positivo aumenta la capacidad a flexión aunque el rendimiento del refuerzo se ve perjudicado por la subida de peso.
Sin embargo, éste es muy eficaz en las secciones de apoyo sometidas a momentos negativos, porque en ellas podemos disponer de armadura negativa adicional, con lo cual tenemos un mayor área de acero frente a esos momentos. Sumado al mayor canto, esta ganancia de capacidad a flexión es notablemente superior al perjuicio del incremento de peso por la colocación del recrecido.
-Esfuerzo rasante
Este aumento lleva a su vez aparejada una mejora de la capacidad a cortante de las secciones, aunque el rendimiento es inferior respecto al logrado en momentos negativos. Para el correcto funcionamiento de la intervención es clave que el hormigón del recrecido no se despegue del forjado, para lo cual deberemos hacer una comprobación de las tensiones rasantes en la interfaz de contacto entre ambas.
Si la comprobación es favorable se procede a realizar una limpieza exhaustiva y humectación.
Por el contrario si fuese desfavorable, se tratan las superficies métodos como abujardado o chorreo de agua. Si no fuese suficiente se pueden realizar puentes de unión o inclusión de taladros de armadura de conexión, u optar por realizar el recrecido solo sobre las vigas.
-Retracción diferencial
Tendremos que prestar atención al fenómeno de la retracción diferencial entre el recrecido y el forjado existente.
Algunas buenas prácticas a adoptar para evitar patologías:
-Ejecución
Partimos de un forjado que necesita un refuerzo a flexión, se ejecutará realizando sobre la capa de compresión del propio forjado un recrecido de hormigón armado con un mallazo. Este recrecido dificilmente tendrá un espesor menor a 5cm, por lo complejo de su ejecución constructiva, tendiendo a valores entorno a 7 cm.
-Características estructurales
Esta intervención supone un incremento de canto que, en las secciones de vano sometidas a momento positivo aumenta la capacidad a flexión aunque el rendimiento del refuerzo se ve perjudicado por la subida de peso.
Sin embargo, éste es muy eficaz en las secciones de apoyo sometidas a momentos negativos, porque en ellas podemos disponer de armadura negativa adicional, con lo cual tenemos un mayor área de acero frente a esos momentos. Sumado al mayor canto, esta ganancia de capacidad a flexión es notablemente superior al perjuicio del incremento de peso por la colocación del recrecido.
-Esfuerzo rasante
Este aumento lleva a su vez aparejada una mejora de la capacidad a cortante de las secciones, aunque el rendimiento es inferior respecto al logrado en momentos negativos. Para el correcto funcionamiento de la intervención es clave que el hormigón del recrecido no se despegue del forjado, para lo cual deberemos hacer una comprobación de las tensiones rasantes en la interfaz de contacto entre ambas.
Si la comprobación es favorable se procede a realizar una limpieza exhaustiva y humectación.
Por el contrario si fuese desfavorable, se tratan las superficies métodos como abujardado o chorreo de agua. Si no fuese suficiente se pueden realizar puentes de unión o inclusión de taladros de armadura de conexión, u optar por realizar el recrecido solo sobre las vigas.
-Retracción diferencial
Tendremos que prestar atención al fenómeno de la retracción diferencial entre el recrecido y el forjado existente.
Algunas buenas prácticas a adoptar para evitar patologías:
- Vigilar atentamente el curado del hormigón.
- Limitar las áreas a hormigonar de una sola vez.
- Disponer de armadura de conexión en el perímetro del área hormigonada.
*Ejemplos 1 y 2.
En la primera fotografía vemos la sencillez del recrecido, ejecutándose solo con el hormigonado de toda la superficie del forjado. A diferencia de la segunda fotografía, en la cual se aprecia la armadura de conexión, y los conectores del perímetro para evitar el despegue por retracción.