Reparaciones y refuerzos: Macizado de calles de entrevigados en forjados unidireccionales.
Una posible técnica de refuerzo de un forjado unidireccional es la demolición de la losa de los entrevigados, y sobre el espacio restante, materializar una viga en la misma dirección que el forjado, pudiendo disponer en ella la cuantía de armadura que sea necesaria.
Se acompaña de una nueva losa superior, pudiendo así puentear los macizados de entrevigados y colocar la armadura que consideremos pertintente.
Podemos conseguir un muy alto incremento de la resistencia del forjado con este procedimiento, pero también
debemos resolver correctamente cómo colgar las cargas de estos nuevos nervios sobre las vigas.
El procedimiento más común es llevar hasta el apoyo parte de la armadura inferior y elevarla por encima de la viga, añadiéndose al resto de armadura negativa que tenga la nueva losa superior, conocidos estos elementos como como cortores. Parte de esta armadura debería anclarse en la viga, pudiéndose ejecutar con taladros de solución Epoxi para anclaje de armaduras. En apoyos intermedios no es necesario realizarlo pero sí en apoyos extremos.
Este refuerzo incrementa notablemente la capacidad resistente del forjado, pero el gran incremento de peso es un inconveniente. Este aumento puede obligar a intervenir sobre vigas y pilares, por lo que puede ser una buena opción cuando la intervención en estos elementos ya está prevista.
Una posible técnica de refuerzo de un forjado unidireccional es la demolición de la losa de los entrevigados, y sobre el espacio restante, materializar una viga en la misma dirección que el forjado, pudiendo disponer en ella la cuantía de armadura que sea necesaria.
Se acompaña de una nueva losa superior, pudiendo así puentear los macizados de entrevigados y colocar la armadura que consideremos pertintente.
Podemos conseguir un muy alto incremento de la resistencia del forjado con este procedimiento, pero también
debemos resolver correctamente cómo colgar las cargas de estos nuevos nervios sobre las vigas.
El procedimiento más común es llevar hasta el apoyo parte de la armadura inferior y elevarla por encima de la viga, añadiéndose al resto de armadura negativa que tenga la nueva losa superior, conocidos estos elementos como como cortores. Parte de esta armadura debería anclarse en la viga, pudiéndose ejecutar con taladros de solución Epoxi para anclaje de armaduras. En apoyos intermedios no es necesario realizarlo pero sí en apoyos extremos.
Este refuerzo incrementa notablemente la capacidad resistente del forjado, pero el gran incremento de peso es un inconveniente. Este aumento puede obligar a intervenir sobre vigas y pilares, por lo que puede ser una buena opción cuando la intervención en estos elementos ya está prevista.