Reparaciones y refuerzos: Refuerzo de forjados y vigas. Incorporación de armadura en vigas.
-Armadura longitudinal
Si tenemos una viga con una cuantía de armadura a flexión insuficiente para sus esfuerzos, podemos incorporar más armadura. La disponemos en un recrecido de hormigón, siendo necesario el estudio del rasante en la interfaz de contacto en ese recrecido. Así como en forjados es frecuente que no haga falta armadura de conexión y baste con un tratamiento de la superficie existente en la capa de compresión; en vigas, la totalidad de los casos va a hacer falta armadura de conexión, disponiéndose en taladros rellenos con formulación Epoxi y procedimientos específicos para rellenar taladros verticales. Con este método conseguiríamos un incremento de la capacidad a flexión a momentos positivos.
En la zona de apoyo en una viga plana también podemos incorporar armadura. En la zona del pilar no podremos físicamente hacerlo, por lo que se colocará la nueva armadura por los laterales, disponiendo sobre ella el recrecido y la armadura de conexión. En la realización de estos taladros puede verse deteriorada a la armadura existente, tanto en el refuerzo a momentos positivos como negativos. Se debe estudiar también la transferencia de cortante al pilar.
-Armadura transversal
Para mejorar la resistencia a cortante, se puede aumentar también la armadura transversal. Teniendo una viga y forjado, se demuele la capa de compresión y las bovedillas adyacentes a la viga, dejando solo los nervios. En los huecos libres entre estos nervios se pueden implementar cercos con la armadura necesaria, procediendo al hormigonado de la nueva sección. Los cercos se realizan en U para facilitar el montaje.
Este tipo de intervención tiene como aspecto positivo la alta capacidad de refuerzo que presenta, pero una gran dificultad de ejecución y el complejo estudio del esfuerzo cortante.
-Armadura longitudinal
Si tenemos una viga con una cuantía de armadura a flexión insuficiente para sus esfuerzos, podemos incorporar más armadura. La disponemos en un recrecido de hormigón, siendo necesario el estudio del rasante en la interfaz de contacto en ese recrecido. Así como en forjados es frecuente que no haga falta armadura de conexión y baste con un tratamiento de la superficie existente en la capa de compresión; en vigas, la totalidad de los casos va a hacer falta armadura de conexión, disponiéndose en taladros rellenos con formulación Epoxi y procedimientos específicos para rellenar taladros verticales. Con este método conseguiríamos un incremento de la capacidad a flexión a momentos positivos.
En la zona de apoyo en una viga plana también podemos incorporar armadura. En la zona del pilar no podremos físicamente hacerlo, por lo que se colocará la nueva armadura por los laterales, disponiendo sobre ella el recrecido y la armadura de conexión. En la realización de estos taladros puede verse deteriorada a la armadura existente, tanto en el refuerzo a momentos positivos como negativos. Se debe estudiar también la transferencia de cortante al pilar.
-Armadura transversal
Para mejorar la resistencia a cortante, se puede aumentar también la armadura transversal. Teniendo una viga y forjado, se demuele la capa de compresión y las bovedillas adyacentes a la viga, dejando solo los nervios. En los huecos libres entre estos nervios se pueden implementar cercos con la armadura necesaria, procediendo al hormigonado de la nueva sección. Los cercos se realizan en U para facilitar el montaje.
Este tipo de intervención tiene como aspecto positivo la alta capacidad de refuerzo que presenta, pero una gran dificultad de ejecución y el complejo estudio del esfuerzo cortante.
