Reparaciones y refuerzos: Refuerzo de pilares. Reconstrucción.
Se dan situaciones en las que la actuación de refuerzo es necesaria de forma muy localizada, como puede ser el caso de un pilar sobre una losa bajo nivel freático que presentaba una importante corrosión en su base, con considerables pérdidas de sección de las armaduras, exigiendo por tanto el refuerzo de esta zona. También se da en los casos comentados en los capítulos correspondientes a sismo, en los cuales los daños se localizaban en la base del pilar o de la cabeza. Asimismo puede interesar actuar solo en este punto por condicionantes de uso o para no influir en la rigidez del edificio. En estas situaciones puede ser recomendable que el refuerzo consista en la simple reconstrucción del soporte.
Los apeos cobran una gran importancia para poder ejecutar adecuadamente la reconstrucción de estas secciones. Si un pilar tiene daño en cabeza, la actuación exige su apeo, siendo necesario para esta actuación el desvío de la reacción sobre el pilar. Habitualmente se realiza el apeo de las plantas superiores complementariamente para evitar esta problemática. Se debe dejar espacio entre el apeo y el pilar para poder realizar los trabajos pertinentes sobre él.
Se dan situaciones en las que la actuación de refuerzo es necesaria de forma muy localizada, como puede ser el caso de un pilar sobre una losa bajo nivel freático que presentaba una importante corrosión en su base, con considerables pérdidas de sección de las armaduras, exigiendo por tanto el refuerzo de esta zona. También se da en los casos comentados en los capítulos correspondientes a sismo, en los cuales los daños se localizaban en la base del pilar o de la cabeza. Asimismo puede interesar actuar solo en este punto por condicionantes de uso o para no influir en la rigidez del edificio. En estas situaciones puede ser recomendable que el refuerzo consista en la simple reconstrucción del soporte.
Los apeos cobran una gran importancia para poder ejecutar adecuadamente la reconstrucción de estas secciones. Si un pilar tiene daño en cabeza, la actuación exige su apeo, siendo necesario para esta actuación el desvío de la reacción sobre el pilar. Habitualmente se realiza el apeo de las plantas superiores complementariamente para evitar esta problemática. Se debe dejar espacio entre el apeo y el pilar para poder realizar los trabajos pertinentes sobre él.
