Estamos acostumbrados a la vista de grandes estructuras de acero en construcciones de ingeniería, estaciones de ferrocarril o puentes, pero este material se une a la lista de los utilizados también en la edificación, y además, en la edificación sostenible.
Con un ahorro importante del gasto energético de las casas, por el mejor aislamiento que llevan aparejado, se están comenzando a construir viviendas modulares con estructuras de acero galvanizado. Son más duraderas y resistentes, y tienen mejor comportamiento ante seísmos; a la vez, resultan idóneas en climas donde las condiciones meteorológicas más extremas desaconsejan el uso de hormigón, según aseguran desde Moduacero, una de las empresa pionera en llevarlas a cabo en el norte de España.
El ‘steel framing’ es un sistema de construcción en seco que sustituye la estructura tradicional de hormigón y mampostería por bastidores unidos entre sí fabricados a partir de acero galvanizado en frío, formando un conjunto estructural con alta resistencia a las cargas.
Además, insisten quienes trabajan con ellas, el proceso de montaje de la vivienda es más rápido y requieren un mantenimiento mucho menor de lo habitual en este tipo de casas.
Desde Grupo C, otra empresas del centro del país, insiste en que las estructuras de acero se consideran muy apropiadas en fachadas ventiladas, una solución ideal para el funcionamiento bioclimático de un hogar que además optimiza su gasto energético.
El uso de estas estructuras no sólo se está extendiendo para viviendas familiares modulares, también se aplica en edificios de hasta tres plantas o en obras de x, como puntualizan desde Steel Framing, compañía ubicada en el levante español. Pera más allá de nuestras fronteras también existen muchas experiencias en el uso de estas estructuras.
Aquí, un demostración en Uruguay: