¿Para qué son interesantes los refuerzos de FRP en fábricas de ladrillo y de madera?
- En fábricas, el objetivo suele ser mejorar la integridad ante cargas horizontales en el plano de los muros y perpendiculares a los mismos. Es decir, nos interesarán cuando nuestra fábrica tenga escasa fiabilidad ante sismo o viento.
- En madera, suponen una alternativa a los refuerzos con pletinas de acero. Las ventajas en este ámbito son rapidez de montaje, mínimo espesor (lo que nos interesará cuando estemos justos de altura libre), y capacidad de adaptación a las irregularidades del soporte. Además, y esto también puede ser bastante útil, el FRP puede adherirse entre capas de madera laminada encolada, quedando así oculto y optimizando la capacidad portante de estas vigas.
¿Qué punto en común tienen nuestros cálculos en función del soporte?
Un aspecto crítico del diseño de refuerzos de FRP en hormigón es la tensión de adherencia en la interfaz refuerzo-soporte, que puede ocasionar fallos prematuros. No debe sorprendernos que en estructuras de madera y de fábrica la limitación sea muy parecida. Tanto es así que siempre nos van a aparecer los mismos parámetros:
- Longitud efectiva.
- Módulo elástico y espesor del refuerzo
- Ancho del refuerzo
- Ancho del soporte
- Resistencia a tracción del soporte
- Deslizamiento inicial admisible
¿Y puedo usar una normativa común?
Si bien los parámetros son los mismos, en cada material la longitud efectiva puede ser distinta, los deslizamientos también y la influencia del ratio ancho del refuerzo/ancho del soporte también. La investigación en madera va un poco a la zaga de las demás, y, si bien no todas las normativas incluyen estructuras de fábrica, la guía italiana CNR-DT200 es común para hormigón y fábrica. En cualquier caso, conocer las bases de FRP en hormigón nos será muy útil para abordar proyectos en otro tipo de soportes.
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