El esquema adjunto recoge la planta de un garaje en semisótano que está siendo rehabilitado. Pertenece a un conjunto de dos (llevo la dirección facultativa de la reparación estructural del otro). Ambos sufren deterioro por corrosión al encontrarse en zona costera (provincia de Málaga).
El forjado superior de ambos es común y del tipo tradicional (la estructura tiene una antigüedad superior a los 50 años), ejecutado probablemente según la H-61 (creo que existía una H-68 pero no era de obligado cumplimiento).
El garaje objeto de esta consulta se ha reparado, resumiéndolo brevemente, por el método de picado de hormigón deteriorado, sustitución de armadura y aplicación de productos protectores. Posteriormente, se han reforzado partes del forjado con bandas de fibra de carbono.
Una vez concluida la reparación y refuerzo citados, la empresa dedicada a la ejecución de las instalaciones, y acabados del garaje, ha procedido a demoler los muros de tabiquería cuya altura era la misma que la de los pilares entre los que se encontraban y que os marco en el esquema adjunto (adoptando el criterio de que dichos tabiques cumplían únicamente la función de separación de espacios).
El forjado mencionado soporta un conjunto constituido por dos edificaciones de altura variable (entre 4-6 plantas y 4-5 viviendas por planta de unos 100m2 cada una) de edad algo inferior a la del forjado.
Mis dudas o consultas que lanzo a este foro son:
Después de 50 años, ¿Estaban colaborando dichos tabiques con los pilares entre los que se encontraban?
Caso de ser así, ¿sustituye la fibra de carbono a esa colaboración? y si no, ¿qué sentido tiene reforzar una estructura que NO va a someterse a una solicitación superior a la que lleva soportando desde hace 50 años? (entiendo que la reparación sería suficiente).
Muchas gracias a todos.
La fibra de carbono como refuerzo estructural está aún sin regular de forma oficial, las referencias del último código estructural a ella son muy generales. De hecho, dispongo de un monográfico sobre el tema de fecha 2021 y no es más que un documento en el que varios fabricantes armonizan sus criterios de cálculo, aplicación y uso.